Por el placer de montar

Llantas Trail

Por el placer de montar
Las llantas Mavic Trail MTB están específicamente diseñadas para subidas empinadas y descensos técnicos, proporcionando a los amantes de las sensaciones todo terreno una experiencia de...

Las llantas de bicicletas de gravel se han diseñado para una combinación de carreteras de asfalto y sin pavimentar. Las preguntas más frecuentes giran en torno a la robustez, la compatibilidad con diversos neumáticos, la elección entre aluminio y carbono, el ancho óptimo y el mantenimiento. Otras preguntas se refieren al peso, la capacidad para soportar distintos sistemas de frenado, los sistemas tubeless, la mejor profundidad de llanta para gravel, y las diferencias con las llantas convencionales de MTB o carretera.
¿Cuál es el ancho óptimo de una llanta de gravel?
 
El ancho ideal para una llanta de gravel suele ser de entre 21 y 25 mm internamente. Esto permite montar neumáticos más anchos, que ofrecen mayor comodidad y mejor tracción en terrenos variados. Una llanta más ancha también ofrece un perfil de neumático más estable y menos riesgo de pinchazos.
Carbono o aluminio: ¿cuál es el mejor material para las llantas de gravel?
 
Las llantas de aluminio se buscan para rodar en gravel por su robustez y menor coste. Las llantas de carbono, por el contrario, se eligen por su menor peso y mayor rigidez, lo que aumenta la eficacia del pedaleo… Es esencial sopesar las ventajas de uno u otro material en función del presupuesto, el uso previsto y las preferencias personales. Aunque las ruedas de carbono para gravel están progresando y pueden ofrecer prestaciones de gama alta, las de aluminio siguen siendo una opción sólida y fiable.
¿Cómo mantener las llantas de gravel para que duren?
 
El mantenimiento periódico es fundamental. Después de cada salida, recomendamos limpiar las llantas para eliminar cualquier resto de barro, suciedad o residuo. Comprueba periódicamente la integridad de la llanta, para detectar abolladuras o grietas. Comprueba que los radios estén bien apretados y que la llanta esté en buen estado. Si utilizas un sistema tubeless, vigila la presión y comprueba periódicamente la junta.
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